viernes, 16 de noviembre de 2012

Capítulo 18: El oro perdido #Bandida


Cuando la bajaron del caballo Kate iba amordazada con un pañuelo.
Garrett había intentado convencerlos de que liberaran a Kate, pero lo único que había conseguido en respuesta fue un puntapié dirigido a su cara. La nariz aún le sangraba cuando le llevaron a las cuevas.

La cara de Garrett había sufrido una tremenda remodelación, varios moretones y labios hinchados acompañaban a una cara molida a palos y cubierta de sangre seca. A Kate se le rompía el alma verlo así, pero no podía hacer nada por evitarlo.
Varios hombres de Biggs, todos ellos armados, habían iniciado la comitiva arrastrando el cuerpo desmadejado de Garrett. Éste sentía que con cada paso que daba, se acercaba más a la muerte.

Lentamente, fueron ascendiendo, una vez dentro de las cuevas soltaron a Garrett.
-Y ahora muéstranos el camino, y no pienses en escapar, porque la mataremos, ¿has entendido?
Garrett asintió con la cabeza, y apoyándose en las paredes, avanzó.

Todo el cortejo lo siguió entre los vaivenes de los giros de las galerías. Cualquiera que no supiera dar los quiebros y giros adecuados, podría perderse y no volver a salir nunca. Por suerte para Garrett, se conocía muy bien cada recóndito lugar del que hasta hace poco había sido su hogar. Y lentamente los condujo al centro de la montaña.

Los pasos eran sus únicos compañeros en el silencio, nadie hablaba. Kate era empujada por un cañón durante todo el trayecto, se sentía cansada, y no creía que las piernas la sostuvieran por mucho más tiempo. Tras varios giros más, Kate se sintió totalmente perdida, todas las galerías parecían idénticas, le daba la sensación de estar en un laberinto sin posibilidad de escape. ¿A cuánto más lejos estarían entrando?

Después de más de veinte minutos, Biggs comenzó a desesperarse.
-¿Esto no será una triquiñuela para despistarnos, no?
Garrett no contestó y siguió andando. Tras dos quiebros más, se abrió ante ellos una gran sala, iluminada desde arriba por un agujero perfectamente situado en el techo.
-Ya hemos llegado –dijo Garrett.
Ante ellos, varios baúles desperdigados, todos cerrados y cubiertos absolutamente de polvo.
-Acércate y ábrelos –dijo Biggs.
Lentamente, al ritmo que le permitían sus agarrotados miembros, Garrett fue hasta el centro de la sala, y abrió uno de los baúles. Los rayos del sol que se colaban por el agujero en el techo incidieron en el baúl y en lo que se encontraba en su interior.
Un fulgor brillante rodeó el baúl. Garrett se agachó, y levantó varias monedas de oro para que Biggs y sus compinches lo vieran.
-Están aquí.


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SE QUE ESTOS ÚLTIMOS CAPÍTULOS SON CORTOS... LO SIENTO.
GRACIAS POR ESTAR AHÍ SIEMPRE... EN SERIO, MUCHAS GRACIAS.
Y COMO YA DECÍA EN MI TWITTER (@Patry_hennet) EL FINAL ESTÁ YA CERCA....

2 comentarios:

  1. Ya han encontrado el tesoro, ahora los sueltan ¿no? Dime que sí que tienen que estar juntos y tener muchos niños y hacerse viejos y esas cosas. Me encanta, no quiero que llegue el final de Bandida.

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  2. jajajaja eso se sabrá en los siguientes capítulos, paciencia

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