Iluminar y ser iluminado

Y que más da que el mundo que te rodee sea lúgubre y no encuentres una luz que te ilumine.

Puede que seas el faro incandescente de otra persona, que como tú, busque desesperadamente una luz que le guíe, y que sus días sean diferentes. Si vas por la vida buscando luces en la oscuridad, tal vez pases por alto a alguien que haya quedado cegada por la luz que traes contigo. Esa persona que buscando una luz en la oscuridad, ha sabido encontrarte y quiere ser parte de tu vida.

Tal vez me vaya por las ramas, y no parece que lo que diga tenga sentido, pero es un burdo intento para decirte, que cuando se deja de buscar, encuentras lo que querías.

Puede que la luz que hayas estado buscando esté cerca de ti, y no hayas sabido apreciar su luminosidad. Porque hay veces que tienes ver más allá (y no me refiero a la distancia) sino a ver lo que de verdad importa.

Hay que saber que es aquello que te importa, por lo que lucharías, y reconocer a aquellas personas que lo darían todo por ti. Ésas personas son las luces que alumbran tu mundo oscuro y tenebroso, y son las que debes mantener cerca de ti.

No malgastes tus esfuerzos en atrapar luces titilantes y lejanas, son efímeras y gastan tu energía y tus esfuerzos.

En esta vida hay que aprender a valorar a los que realmente te valoran a ti, y dejarte querer y querer a los demás.

Porque en eso se basa la vida, en dar y recibir, en iluminar y ser iluminado.

Consejo: apoya y ama a la gente que te rodea, ¡que no cuesta nada!