'I WANNA ROCK': Capítulo 4

La música había empezado a sonar hacía más de media hora y yo estaba en la taquilla, vendiendo entrada tras entrada. Ardía en deseos de entrar y ver a los Crow en concierto, 'ten paciencia' me decía una y otra vez.

-Dos entradas, por favor -dijo un chico al otro lado de las rejas.

-Son veinte dólares.

La gente entraba, y entraba. Cuando estuve dentro hará unas horas no me dio la sensación de que el local fuera tan grande. Inspeccioné la taquilla, aparte de ser pequeña y asfixiante, no tenía muchos detalles. Atrás, unos cuantos pósters de grupos de música, yo no conocía ni la mitad. Este trabajo no era nada del otro mundo, pero me daba la seguridad de conocer a mucha gente del ámbito de la música y poder prosperar en ella como cantante, aunque para eso todavía quedaba un tiempo.

Y todo gracias a Nico, el chico que me acogió en su casa una noche de borrachera, que me ayudó a conseguir un trabajo y que ahora me volvía a ofrecer su casa durante una noche más, solo una. Durante el ensayo de los Crow me dijo que unas camareras tenían un piso compartido no lejos del club, y que estaban buscando a alguien que ocupara la habitación que quedaba libre, que necesitaban a alguien urgentemente les ayudara con el alquiler. Y yo necesitaba urgentemente que me dieran asilo porque Carlos, el casero de mi motel, mejor dicho, mi antiguo motel, me había dado con la puerta en las narices. Si todo iba como sospechaba, esta noche ganaría el dinero suficiente para dar una entrada para el alquiler de el nuevo piso.

-Una entrada por favor -me dijo otro chico.

-Diez dólares.

Parece que la vida me daba otra oportunidad, y yo no la iba a desaprovechar. Había viajado desde muy lejos para llegar aquí y luchar por mi sueño, había dejado a mi familia, a mis amigos y mi vida entera.Y ahora tenía a los Crow actuando en directo a pocos metros de mí, notaba como la taquilla vibraba por el sonido.

-¡Eh! ¡Queremos entrar!

Alguien chilló desde la calle, un grupo de chicos jóvenes. Desperté de mi recuerdo y me puse a vender entradas como loca.

Cuando dieron las cuatro de la madrugada di por cerrado el chiringuito. Guardé las entradas en uno de los cajones con cerradura, cogí la caja con el dinero y avisé a uno de los guardias de la entrada para que bajara la persiana de metal que había por fuera y salí por la puerta de detrás.

Zigzagueé por entre las cajas de alcohol del almacén al ritmo de la música de los Crow y llegué hasta la oficina de Esteban, dueño del Rock Guitar Club. 

-Bueno, hoy tus ganancias ascienden a -dijo mientras contaba los billetes de las entradas-... digamos, unos doscientos dólares.

-¿Sí? ¿Todo ese dinero para mí? -dije toda emocionada y metiendo el dinero en un bolsillo.

-Si, ahora puedes hacer lo que quieras, has terminado tu jornada de trabajo -dijo recostándose sobre el respaldo de su silla.

En ese momento, los Crow comenzaron a tocar una de mis canciones favoritas: 'I wanna rock', y no pude evitarlo, salí como alma que lleva el diablo. Cuando salí del despacho de Esteban, me dirigí a la barra. Allí, Nico y un puñado más de chicas servían copas rápidamente y al ritmo de la música. Lo saludé y me pasó un chupito mientras coreaba la música.

-¡Ésas son Ana y Claudia! -dijo señalándome a dos chicas que en ese momento se besaban para disfrute de la gente colindante.- ¡Ellas son las que te van a alquilar la habitación!.

Sonreí y asentí con la cabeza. Una vez que terminaron de besarse, Ana, la más alta de las dos se acercó a mí. Tenía el pelo corto y rizado, en un tono que no podía apreciar bien por las luces del local.

-¡Hola, yo soy Ana! -me dijo ofreciéndome una copa que yo acepté encantada.

-¡Hola! -dije yo subiendo el volumen de la voz por encima de la música, cosa imposible. Los Crow tocaban, y muy alto.

-¡Cuando acabe el concierto, espéranos en el almacén, allí hablaremos!

Le enseñé mi pulgar izquierdo, pues en la otra mano tenía la copa y asentí con la cabeza. Ana volvió al otro lado de la barra y dio de beber a una chica directamente de una botella. Estaba claro que se divertía y mucho. 

Mientras los últimos acordes de la canción lamían la guitarra de los Crow, la gente se volvió loca y se puso a aullar.

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Unas aclaraciones: Los Crow es un grupo totalmente inventado, en caso de haber un grupo llamado así es pura casualidad, en ningún momento he querido plagiar el nombre. Extrapolo esto al nombre del club 'Rock Guitar Club'. Y otra cosilla es que he atribuido la autoría de 'I wanna rock' a los Crow, que en realidad es de Twisted Sisters, esto es una pequeña licencia que me he tomado.